“En primer lugar, me gustaría agradecerte y también a todo el equipo de la revista CRAE, por toda la atención que me han brindado a lo largo de mi carrera artística.
Y precisar que siempre es un enorme placer.
Como todo el mundo cultural, los artistas musicales cuya profesión ya está muy marginada, sufren profundamente las consecuencias de la crisis sanitaria que ha golpeado duramente al mundo de las artes escénicas al detener todos los proyectos, especialmente los de música, y de los conciertos.
Pero el rayo de esperanza nunca se apaga.
Por esta razon, estoy personalmente en la creación, y actualmente grabando en estudio y trabajando como director de mi próximo y nuevo programa de espectáculo.
Eso tendré el placer de presentarles, espero muy pronto.
Como parte de esta noticia, es importante para mí revivir mis recuerdos musicales más hermosos.
Y en primer lugar, rendir homenaje a la persona que más significó para mí en el mundo, es decir mi querida madre que ya no es de este mundo, y que fue la instigadora del amor que siempre he tenido por la música y por todas las formas de arte en general.
Así como a mi gran amigo y fallecido Joan Trayter que tuve el gran placer hace unos veinte años de conocer.
Colaborando con este excepcional ingeniero de sonido.
Si las paredes pudieran hablar, contarían, entre otras cosas, nuestros inicios musicales y recíprocos en un garaje reconvertido, mucho antes de la existencia del magnífico estudio de Veinat de Santa Eugenia.
Este homenaje no estaría completo sin citar al gran pianista, arreglista y compositor David Dyckmans, quien ha sido parte integral de mi carrera durante 15 años.”
Un abrazo fuerte
Donna Leonn